Tras la última golfada de José Félix Tezanos, el periodista radiofónico Carlos Herrera redenominó al Centro de Investigaciones Sociológicas con el sarcástico nombre que titula este artículo: Centro de Intoxicaciones Sanchistas. La holgada victoria que el conocido instituto público adjudicaba al PSOE en sus encuestas sobre las próximas elecciones de Castilla y León, en la línea de lo que había pronosticado antes de que Isabel Díaz Ayuso arrasase en las últimas autonómicas madrileñas, ha provocado en los opinaderos no colonizados por el Gobierno un pitorreo generalizado. Porque los socialistas no gobiernan en la vieja Castilla y el antiguo reino de León desde 1987, y nada indica que vayan a hacerlo a partir del 13 de febrero.
Autor: Álvaro Delgado Truyols Página 20 de 32
La victoria de Rafael Nadal en el Open de Australia constituyó un hecho emocionante y heroico. Jamás había sufrido tanto presenciando una competición deportiva, y eso que las he vivido durante años -como participante, dirigente y espectador- de todos los colores y en los más impactantes escenarios. Con lo que puedo imaginar lo que sufrió el protagonista de la gesta, hasta que -tras 5 horas y media de durísimo combate- alcanzó la merecida victoria.
Los hijos del Reino Unido son gente muy suya. Orgullosos, independientes y apegados a sus tradiciones, protagonizan a veces reacciones desconcertantes, como fue la del Brexit, asunto complejo que revela también errores de una Unión Europea que nació para evitar nacionalismos violentos y está generando burocracia infinita y pérdidas de identidad. Pero, en ocasiones, cuando el brillo de Occidente se eclipsa bajo el populismo y el protagonismo creciente de potencias autoritarias, aparece en las islas un rayo de luz que sirve de bálsamo a los amantes de la libertad.
Nos vamos enterando ahora de que nuestro chulesco gallito del corral, el que se promocionaba chorreando testosterona en ese tratado de autobombo llamado “Manual de resistencia”, no es tan gallo como parecía. La road movie castiza que protagonizó desde finales de 2016 -a lomos de un Peugeot 407- recorriendo -supuestamente- durante seis meses todos los pueblos de España no fue más que una más de sus performances trucadas. Salida de caballo con llegada de pollino. Que, con el tiempo, ha ido degenerando en gallina.
En este extraño mundo que vivimos, las élites dominantes tratan incesantemente de exacerbar nuestros sentimientos y nublarnos la razón. Por la cuenta que les trae, los políticos actuales, en combinación con los propietarios de las empresas tecnológicas, que dominan las redes sociales, pretenden que la gente actúe impulsivamente condicionada por sus emociones -que ellos pueden fácilmente manipular- y que piense lo mínimo posible -cosa que, de generalizarse, resultaría peligrosa para sus objetivos totalitarios-. De ahí que hasta las modernas leyes educativas nos machaquen con los “sentimientos” pero ni mencionen las palabras “conocimiento” o “sabiduría”. Para sus intereses populistas, los mandamases del mundo actual necesitan un rebaño débil, sensiblero y manipulable antes que un pueblo culto, formado y con criterio.
Como en la triste película de Lawrence Kasdan, protagonizada en el año 1988 por William Hurt, en Palma hemos tenido como Alcalde -en estos últimos años- a un turista accidental. Turista por estar al frente -muy a pesar del sector- de una de las principales ciudades turísticas del mundo, y accidental porque nada hacía presagiar, en la personalidad y trayectoria vital de José Hila, que acabase dirigiendo los destinos de una compleja ciudad de más de 2.000 años, que hoy supera los 400.000 habitantes.
El mal endémico de España es nuestro arraigado sectarismo. Al que se añade una creciente dificultad para comportarnos como adultos. Preferimos gobernantes paternalistas que nos brinden protección antes que complicarnos la existencia generando un criterio propio, o ejerciendo complejas responsabilidades. Nos fascina el tutelaje de lo público como sustituto del esfuerzo, como solución ante la incertidumbre, como remedio de todo sufrimiento. Imploramos ayudas en lugar de arremangarnos para los sacrificios. Elegimos subvención y protección antes que independencia y libertad.
Con estas dos simples palabras se resume la sorprendente oferta política actual. Aunque nos sigan dando la tabarra con ellas todos los días, las clásicas izquierda y derecha ya no existen. La izquierda por haberse olvidado de la búsqueda de la igualdad, en pos de cualquier política identitaria que pillara por el camino. Y la derecha, una vez asimilada la compleja ingestión del socialdemócrata estado del bienestar, por vivir descuartizada a remolque de los complejos ideológicos que sus rivales les señalan con el dedo. Ya procedan de Franco, de Viriato o de Caín, que más atrás resulta imposible remontarse.
Por mallorcadiario. Sábado 01 de enero de 2022, 06:00
La Navidad es la conmemoración del nacimiento de Jesús de Nazaret, producido hace 2021 años en una covachuela cercana a Belén, que utilizaban habitualmente para refugiarse los pastores nómadas de la zona. Su alumbramiento se produjo por sorpresa, mientras sus padres viajaban desde su pueblo en Galilea a esa localidad de Judea con objeto de censarse por orden del emperador Augusto, ya que José era originario del lugar. Las dificultades para encontrar alojamiento -y los acuciantes dolores de parto de María– hicieron que la joven pareja se cobijara -y acabara dando a luz- en tan improvisado y humilde escenario. Los cristianos conmemoramos todos los años ese particular nacimiento celebrando una gran fiesta que reúne regocijo y espiritualidad, por todo lo que representa Jesucristo en una religión que ha constituido la base sobre la cual reposan los cimientos de nuestra actual civilización europea.