La semana pasada comenté algunas paradojas de la manifestación “Sí a la llengua” promovida por la Obra Cultural Balear en la Plaza Mayor de Palma. Expliqué como los símbolos utilizados, la actividad habitual de la entidad promotora, algunos amenazadores titulares de prensa, las inexplicables subvenciones concedidas por el PP y la actitud de la comunidad educativa encajaban bastante mal con ese relato victimista de la “lengua atacada” y el “odio a nuestra lengua”. Hoy quiero exponer algunas reflexiones adicionales para que todos puedan desenmascarar ese bulo estratosférico -que ya dura varias décadas- de que parte de la sociedad balear odia la lengua catalana.

La periodista Rebeca Argudo escribió en X un revelador tuit que decía lo siguiente: “Desde que vivo en Mallorca (casi 14 años ya) no he visto un solo ataque ni demostración de odio hacia el catalán, y he perdido la cuenta de los que he visto y vivido al castellano”. Esa es también la tesis central del estremecedor libro de Antonio Robles titulado “Extranjeros en su país”, escrito en 1992 y recientemente reeditado, que denunciaba hace tres décadas las políticas excluyentes y de racismo cultural implantadas por las élites nacionalistas en Cataluña, y que algunos tratan de importar a Baleares. El autor, profesor zamorano que impartía clases en un instituto catalán, publicó dicho libro en los años noventa bajo el seudónimo Azahara Larra Servet, dado su “profundo miedo” ante el “acoso xenófobo” y la “limpieza lingüística” practicadas por el nacionalismo.

Con ello quiero decirles que el relato sobreactuado de la “defensa del catalán” no esconde más que pura y dura hispanofobia. Ha escrito Fernando Savater, curtido en el nacionalismo vasco, que “lo llaman inmersión lingüística pero su verdadero nombre es limpieza étnica”. Poniendo de una vez las cartas sobre la mesa -cosa que los catalanistas insulares se resisten siempre a hacer- podemos comenzar el verdadero debate sobre la lengua.

Los baleares demócratas no tenemos ningún problema en que una serie de ciudadanos quiera utilizar solo el catalán, ni en que aspiren a erradicar el castellano e incluso a anexionarnos con sus soñados países catalanes. Solo les pedimos que lo expliquen abierta y claramente en lugar de utilizar manipulaciones sentimentales para cohesionar a gente desinformada tergiversando un “odio” inventado hacia la lengua de todos. Porque su manifestación de hace días no pretendía realmente defender el catalán, que administrativa, educativa y socialmente no precisa defensa alguna, sino exterminar el castellano y cualquier rasgo de españolidad que permanezca en el archipiélago.

Lo que resulta incomprensible es su torpísima estrategia de marketing. En lugar de hacer amable el uso y aprendizaje de la lengua catalana para la gente no nativa que viene a vivir a las islas su actitud es siempre antipática, prohibitiva y amenazadora, pretendiendo incluso espantar a los buenos profesionales y amedrentar a los políticos rivales para conseguir sus objetivos irrenunciables. Por eso las estadísticas reflejen continuadamente un rechazo al uso del catalán entre los sectores más jóvenes de la población, siempre reacios a asimilar imposiciones incómodas y agresivas.

Los catalanistas cuentan, además, con la colaboración entusiasta de parte de la prensa y de la comunidad educativa, que inciden en periódicas campañas de amedrentamiento a quienes aspiran a que las familias puedan elegir con libertad la lengua vehicular de sus hijos más pequeños. ¿Por qué les da tanto miedo la libertad? ¿Solo se sienten capaces de conseguir sus objetivos bajo el miedo y la imposición? Deberían hablar más claro y realizar todos un importante pensament. O acabaremos como en Cataluña, cuando tenemos todos los ingredientes para hacer las cosas mucho mejor.

 

P.D.: Michael Ignatieff, experto mundial en nacionalismos, discípulo del gran Isaiah Berlin, ha dicho: “Cortar a la gente por la mitad y decirle que tiene que elegir -en Cataluña, Quebec o Bélgica- es siempre un error”.

 

PUBLICADO EN MALLORCADIARIO.COM EL 20 DE MAYO DE 2024.

Por Álvaro Delgado Truyols