Qué hemos aprendido de esta crisis? ¿En qué medida será diferente el mundo una vez pase esta pandemia? Los columnistas de mallorcadiario.com reflexionan sobre la situación a la que se enfrenta el mundo, en su globalidad, y nuestro país en particular.

Fragilidad y vulnerabilidad son los conceptos más repetidos, así como el convencimiento de que nada será igual después de la pandemia. La crisis sanitaria y económica dan paso a una sociedad que actuará de forma diferente, acelerando procesos de cambio que parecían estar esperando su oportunidad. Teletrabajo, transformación de las relaciones personales y del ocio, un mundo más digital… Muchos son los cambios que advierten nuestros colaboradores, sin olvidar el miedo y la incertidumbre que plantea el nuevo horizonte. Así como la importancia que han adquirido valores como la solidaridad y la empatía -tan presentes en las fases duras del confinamiento-, pero sobre los que algunos dudan si no se habrán canjeado, ahora, por un individualismo que advierten al alza.

Respecto a la acción política, no pocos opinadores consideran que ha habido una mala gestión de los gobiernos, medidas tardías y un uso excesivo de la regulación; una administración ineficiente que alguno no duda en poner como ejemplo a la hora de cuestionar el propio sistema autonómico.

Las muertes y el sufrimiento son, sin duda, los peores efectos de la enfermedad, aunque algunos columnistas apuntan también consecuencias negativas como el debilitamiento colectivo de la propia sociedad y el riesgo de que ello fomente tendencias populistas y extremismos.

Frente al pesimismo, no faltan colaboradores que abogan por aceptar la situación como una oportunidad, un escenario del que hay que aprender y quedarse con los buenos hábitos de salud adquiridos, o que muestra el camino a seguir para hacer frente a retos como el del cambio climático.

Un sentimiento general es el de reconocimiento a la labor de los sanitarios -para quienes reclaman más recursos-, así como la reivindicación de pequeñas acciones cotidianas y el contacto físico que nos han sido hurtados. También es general el rechazo a la irresponsabilidad mostrada por unos pocos con actuaciones declaradamente incívicas que ponen en riesgo la seguridad de todos.

Identificadas como 1 y 2, los columnistas responden a las dos preguntas: ¿Qué hemos aprendido de esta crisis? ¿En qué medida será diferente el mundo una vez pase esta pandemia?

Alvaro Delgado

1.- A nivel social, la fragilidad de nuestras estructuras políticas y administrativas, además de la escasa previsión, en todos los sentidos, de un país como el nuestro. También que los políticos son bastante irresponsables y nunca ahorran una parte de los ingresos públicos, que gastan en mantener amplias redes clientelares y que ahora serían muy necesarios para ayudar a la gente en dificultades. En lugar de eso, vemos cómo sólo se preocupan por hacer crecer la Administración y subirnos los impuestos, mientras los han bajado en todos los países de nuestro entorno.

A nivel individual, lo frágil que puede ser la existencia humana y los enormes peligros que acarrea la falta de responsabilidad de algunas personas. Y, también, otras cosas buenas como la solidaridad de muchos vecinos o la actitud generosa y abnegada de muchísimos profesionales.

«Los políticos gastan recursos en mantener amplias redes clientelares que ahora serían muy necesarios para ayudar a la gente en dificultades»

2.- Creo que en el mundo cambiarán bastantes cosas, que ya no tienen vuelta atrás. Por ejemplo, que el teletrabajo ha venido para quedarse. Dudo que tengan mucho futuro los edificios con oficinas que agrupan a cientos de empleados en el centro de las grandes ciudades o polígonos empresariales.También considero que cambiarán ciertos hábitos de vida de las personas, que ahora valorarán más las casas en el campo o con jardín que los pisos pequeños en los centros urbanos, en previsión de futuros confinamientos. Y cambiarán nuestros hábitos sanitarios (lavarnos las manos, distancias, mamparas, uso de mascarillas, etc.), que permanecerán en la sociedad y en nuestros trabajos. Pienso también que estamos, como en todas las crisis, ante una posibilidad importante para mejorar muchas cosas (digitalización, celeridad administrativa, supresión de trámites y costes innecesarios) y que habrá fondos europeos para ello, aunque tengo escasa confianza en los políticos que los van a gestionar.

Marc González

1.- Incluso los menos zalameros y cariñosos de entre nuestros semejantes -entre los que me cuento- hemos aprendido la importancia que tiene el contacto físico entre humanos, que este año no podemos poner en práctica. Somos primates eminentemente sociales y necesitamos tocarnos, darnos la mano, abrazarnos, olernos, acariciarnos y besarnos. El Zoom, siendo muy útil, nos convierte en meros ectoplasmas inmateriales y asépticos, cual cosmonautas encapsulados.

«Afortunadamente, el cerebro está diseñado para olvidar las experiencias desagradables»

2.- La humanidad experimenta ahora la sensación que vive el soldado al ser herido en combate por vez primera, la de sentirse muy vulnerable. Pero, afortunadamente, el cerebro está diseñado para olvidar las experiencias desagradables y, tras el lógico duelo, volver a ponerse en marcha. ¿En qué medida cambió la humanidad tras la gripe de 1918? (sin vacunas). Pues eso.

Albert Candela

1.- A mí personalmente no me ha afectado demasiado. En mi condición de jubilado no se han producido demasiados cambios, pero sí que ha afectado a muchos empresarios y trabajadores que gracias a EROS están sobreviviendo. Una mala gestión de los Gobiernos, tanto de Madrid como el de las Islas Baleares. Una experiencia que espero no se vuelva a repetir.

«Aunque con el tiempo volveremos a una cierta normalidad, nada será igual»

2.- En mi opinión, el mundo no será igual, habrá un antes y un después. La Covid 19 ha dejado mucha desgracia a su paso, familias que han perdido uno o más miembros, enfermos, personas mayores que no pueden tener sus hijos o familiares a su lado y se encuentran solos. Todo esto y mucho más hará que, aunque con el tiempo volveremos a una cierta normalidad, nada será igual.

Miguel Lázaro

1.- Ha sido un grandísimo e inesperado aldabonazo que nos ha rehumanizado más, confrontándonos con nuestras compañeras inseparables de viaje: indefensión, vulnerabilidad, soledad, vejez, deterioro y muerte. Nos ha enseñado a tolerar la incertidumbre, a plantearnos el sentido de la vida con esperanza y nuestra interdependencia. Y por otra parte ha hecho emerger nuestros valores prosociales: empatía compartida y solidaridad. Esta pandemia todavía nos sigue enseñando mucho: conjugamos el plural en vez del singular.

«Ni la ciencia ni la tecnología nos curarán de ser humanos»

2.- Difícil hacer conjeturas en un mundo cada más complejo y cambiante. Soy escéptico en que se mantenga la mentalidad colectiva desarrollada en la pandemia. Probablemente se desarrollarán cambios en salud publica que nos permitan mejorar nuestra adaptación preventiva ante nuevas pandemias y en España debería de rescatarse a la sanidad pública, mejorando su financiación, con 10.000 millones de euros de los fondos europeos. Ni la ciencia ni la tecnología nos curaran de ser humanos. No obstante, confió en la O de optimismo y en que la realidad virtual no sustituya los vínculos familiares e interpersonales.

José Manuel Barquero

1.- Seguramente a proyectar menos y a vivir más el presente. En el plano individual habrá quien haya sido capaz de comenzar a valorar cosas que creíamos tener garantizadas, y que de un día para otro hemos visto cómo pueden desaparecer. Como sociedad tengo más dudas sobre nuestra inteligencia colectiva. Hasta ahora solo nos sentíamos indefensos como grupo antes desastres naturales puntuales y acotados en el tiempo, como un huracán o un terremoto, que por cierto en Europa nos quedaban lejanos. Ahora un virus ha demostrado en tiempos de paz que nuestro sistema económico no es tan omnipotente, ni nuestra manera de relacionarnos tan inmutable como pensábamos.

«Hay ideologías que tratan de aprovechar los momentos de crisis para forzar grandes cambios»

2.- La pandemia está acelerando procesos de cambio que ya venían gestándose, como el teletrabajo, una movilidad más racional, o un reequiibrio entre lo global y lo local. También está influyendo en el tablero de la geopolítica y variando las jerarquías económicas en el mundo. Pero resulta un poco ingenuo pensar que en un año se pueden provocar transformaciones radicales en los sistemas socioculturales, aunque es evidente que hay ideologías que tratan de aprovechar los momentos de crisis para forzar grandes cambios. Por desgracia, la experiencia histórica demuestra que la capacidad del ser humano para tropezar en la misma piedra es infinita.

Gabriel Le Senne

1.- Que estamos muy lejos de los países que mejor han sabido evitar la epidemia y sus consecuencias, como Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda, Hong Kong o Singapur. Por lo general han sido países caracterizados por una mayor libertad económica los que mejor han reaccionado. La mentalidad socialista y la sobrerregulación asfixian la creatividad y la flexibilidad que hacen falta para reaccionar rápido ante un imprevisto. Nuestras autoridades a menudo han adoptado medidas absurdas, desproporcionadas o tardías, y en cambio han aprovechado para incrementar su poder. Pero la propaganda lo tapa todo e impide el pensamiento crítico.

«Nuestras autoridades a menudo han adoptado medidas absurdas, desproporcionadas o tardías»

2.- Esta crisis está sirviendo como catalizador de los cambios que ya estaban en curso: la pérdida de libertad individual en favor del poder del Estado y el consecuente deterioro de la democracia liberal. Vamos directos, si no lo evitamos, a un mundo socialista, donde el poder de unos pocos nos oprimirá cada día más. Y ese mundo se construye con la excusa del igualitarismo, el género, el racismo y el ecologismo. Y ahora, también con la excusa de la salud pública. Naturalmente, estas causas tienen algo de cierto, pero se exageran y manipulan para obtener más poder.

Pilar Carbonell

1.- Sanitariamente hemos aprendido mucho aunque sólo sea vocabulario que no sabemos ni interpretar y que repetimos como loros, económicamente nada. No hemos sido capaces de ejecutar lo mas básico, mantener empresas para crear empleo.

«No hemos sido capaces de ejecutar lo mas básico, mantener empresas para crear empleo»

2.- Desafortunadamente el ser humano tiene la memoria muy corta y una vez se haya pasado esta situación seguiremos como si nunca hubiera existido. Solo aquellas personas a las que la pandemia les ha apartado de un ser querido para siempre o el bicho les ha dejado secuelas, recordaran un año perdido.

Carlos López Ensenyat

1.- Creo que hemos revisado nuestra escala de valores y hemos vuelto a priorizar valores y conquistas que ya no valorabamos como la libertad y la solidaridad.

«Esta pandemia nos ha preparado para el gran reto que es el cambio climático o la sostenibilidad del planeta»

2.- Desde el inicio sabíamos que el mundo iba a cambiar y lo que ha pasado durante el transcurso de la crisis es que hemos ido viviendo ese cambio anunciado. El mundo va a ser diferente porque la humanidad se ha dado cuenta que es el huésped de la tierra y que un insignificante virus puede pararnos entendiendo nuestra fragilidad e insignificancia. Opino que la crisis se va a superar en 2021 iniciando la recuperación pero que esta pandemia nos ha preparado para el gran reto que es el cambio climático o la sostenibilidad del planeta que va a ser nuestro gran reto colectivo.

Sebastián Urbina

1.- No hay unanimidad al respecto. Depende de las fuentes de información que cada uno utilice y cómo las interprete. Pero, en general, diría que hemos aprendido que la seguridad que antes se daba por sentada, no existe. Y que somos más débiles de lo que creemos. Pero, con el tiempo se olvidará.

«Un gran peligro vendrá por la creciente manipulación de las conciencias a través de los grandes medios de comunicación»

2.- Probablemente, China tendrá un papel más importante en la escena internacional. El mundo digital tendrá, de cada vez, más presencia en todos los ámbitos, así como la robótica. Creo que un gran peligro vendrá por la creciente manipulación de las conciencias a través de los grandes medios de comunicación. Y una ciudadanía mundial menos capacitada y preparada para la reflexión, y más dominada por las identidades, emociones y sentimientos. Lo que potenciará el peligroso mundo de la posverdad.

Rafel Ballester

1.- Sinceramente soy pesimista con lo que hemos aprendido; creo que la sociedad olvidará pronto las lecciones de esta dura experiencia. Sólo el mundo sanitario o investigador puede que tenga sinergias nuevas y enriquecedoras.

«Creo que la sociedad olvidará pronto las lecciones de esta dura experiencia»

2.- El mundo a medio plazo cambiará muy poco, sólo los cambios en el modelo económico afectarán la sociedad en general. Espero que Mallorca sea uno de los lugares donde la situación cambie y empezamos a cambiar el modelo turístico.

Manuel Blanco

1.- Nada. No hemos aprendido sino sobrevivido a la situación. La sociedad actual nos ha hecho egoístas y cortoplacistas. En un momento parecía que afloraron principios y valores que se ha demostrado que formaban parte del postureo actual. Si rascamos y llegamos al fondo, no encontramos ningún aprendizaje.

«En un momento parecía que afloraron principios y valores que se ha demostrado que formaban parte del postureo actual»

2.- El mundo, desde el 2001, ya sabemos que va a ser diferente. Cada día, cada año está conformando ese nuevo mundo. Ahora no somos conscientes del devenir porque formamos parte de él. La pandemia no es más que una pieza más de este proceso de cambio de transformación por el que está pasando la política, la economía, la educación, la sanidad, etcétera.

Agustín Buades

1.- Hemos aprendido que somos vulnerables no sólo como personas sino como Sociedad, que nos necesitamos unos a otros y que el individualismo que se había implantado entre nosotros, en nuestras vides y costumbres nos empobrece y nos aisla. La pandemia nos hace valorar lo que de verdad vale la pena y no las superficialidades que nos rodeaban en el día a día.

«De esta crisis salimos todos juntos o no salimos»

2.- Ojalá no todo siga igual y no hayamos desaprovechado la gran ocasión que esta sociedad tiene hoy para reenfocar sus prioridades, y la humanidad sea mas justa y equilibrada en lo económico, en lo laboral y en las relaciones sociales. De esta crisis salimos todos juntos o no salimos.

Pep Ignasi Aguiló

1.- Con esta crisis hemos aprendido que la incertidumbre y el miedo forma parte de la naturaleza humana. Hubo un tiempo en que creímos que la humanidad había superado esos males, pero no ha sido así. Así mismo hemos aprendido que salud y economía forma parte de una misma realidad. También hemos aprendido que los gobiernos se sienten impulsados a actuar sin tener ninguna idea de como hacerlo, aprovechando la enfermedad, en algunos casos, para incrementar su poder.

«El miedo y la incertidumbre son inhividores de la racionalidad lo que favorece a las tendencias populistas»

2.- El miedo y la incertidumbre son inhividores de la racionalidad lo que favorece a las tendencias populistas. Esto hace que la situación de los países previa a la pandemia sea una de las claves que marcará la diferencia del mundo que viene. Mientras que aquellos que contaban con instituciones y gobiernos con sólidas políticas saldrán reforzados al poder aprovechar las nuevas oportunidades surgidas de la propia incertidumbre; aquellos otros que presentaban fallos intitucionales importantes se ven abocados a los empobrecedores populismos.

Beatriz Vilas

1.- Yo he aprendido a soltar el control de todas las cosas. He aprendido a liberarme de ataduras estúpidas, a priorizar lo que realmente es importante, por encima de lo que no lo es. He aprendido que el dicho que «primero la salud» es cierto y que sin ella no importa nada más. Que la familia que tú creas es lo primero y que si priorizas el trabajo a ella, de nada sirve decir lo contrario. He aprendido que se puede volver a comenzar una y un millón de veces más, sin importar la edad o las circunstancias porque Dios siempre nos ayuda a ello.

«La forma se relacionarnos va a cambiar; los grandes eventos con multitudes no creo que vuelvan en mucho tiempo»

2.- Está claro que para muchos de nosotros, muchas cosas han cambiado en esta pandemia. Me gustaría decir que las personas son más responsables de su propia vida y se cuidarán más física u mentalmente, pero es cierto que no tengo la certeza de que vaya a ser así para todo el mundo.

La forma se relacionarnos va a cambiar, e intuyo que será por bastante tiempo, los grandes eventos con multitudes, en mucho tiempo no creo que vuelvan. Tendremos más cuidado con quien y cómo nos relacionamos, lo que comemos y bebemos y nuestros cuidado físico. También va a cambiar la forma de trabajar, muchas profesiones van a desaparecer, gran cantidad de autónomos y pequeñas empresas no can a poder subsistir y van a depender de las grandes empresas.

Y las clases sociales se van a terminar de marcar más todavía, la pequeña clase media irá desapareciendo progresivamente habiendo dos extremos muy marcados, los pobres y los ricos. Una nueva era ha comenzado en 2020 y ha venido para quedarse.

Francisco Gilet

1.- Aprender, aprender, poco. Enterarnos, de mucho. Principalmente de la absoluta incompetencia de todos los políticos en ejercicio, con el total fracaso de las Autonomías.

«Ha habido una absoluta incompetencia de todos los políticos en ejercicio, con el total fracaso de las Autonomías»

2.- El control de la ciudanía mundial. El Covid será el instrumento que usarán los gobiernos para implantar el Nuevo Orden Mundial en el planeta. Todo y todos estarán bajo control. El mundo dejará de ser libre. 1984, no fue una entelequia y el Gran Hermano será, es, la ONU.

Josep Maria Aguiló

1.- Al inicio de la pandemia todo apuntaba a que seríamos más solidarios y empáticos con las personas de nuestro alrededor y con las personas desconocidas, pero conforme han ido pasando los meses esos sentimientos se han ido perdiendo. Quizás lo que quede y lo que habremos aprendido sea la conciencia de que la vida es extremadamente frágil.

«Ya estamos comprobando los efectos negativos que está teniendo esta crisis, en especial sobre las clases más desfavorecidas»

2.- Creo que será diferente sobre todo a nivel económico, porque ya ahora estamos comprobando los efectos negativos que está teniendo esta crisis, en especial sobre las clases más desfavorecidas. A nivel sanitario, posiblemente habrá más cooperación entre los distintos países y mayor intercambio de información o conocimientos.

Juan Antonio Tormo

1.- Que tanto a nivel de salud como económicamente, increíblemente no estábamos preparados y que el nivel de los políticos actuales es más bajo de lo que pensábamos y eso ya es decir.

«Cambios sustanciales en un espacio breve sólo favorecerán a unos pocos»

2.- Tendríamos que luchar para que no haya cambios sustanciales en un espacio breve, porque eso sólo favorecerá a unos pocos y tendría consecuencias nefastas en la economía de los autónomos y pymes en especial.

Santiago Fiol

1.- Creo que lo más destacable es nuestra fragilidad. Que fácil ha sido parar el mundo. Hemos aprendido que nuestra vida estupenda en Mallorca puede quedarse en nada por un virus procedente de China, que nadie está seguro y eso tan dicho “a mí no me pasará”. Pero sobre todo hemos visto que hay esperanza. Si se ponen los medios el ser humano es maravilloso. En muy poco tiempo se han sacado varias vacunas y eso en términos de investigación es insólito. Para mí, las palabras de 2020 son dolor y esperanza.

«Mucha gente se va a quedar atrás pues las medidas políticas los habrán arruinado»

2.- Creo que con el tiempo recuperaremos la normalidad anterior; si bien es cierto que mucha gente se va a quedar atrás pues las medidas políticas los habrán arruinado. Algunas personas, sin duda, sufrirán secuelas de lo vivido, pero para la mayoría imagino que con el tiempo se difuminará el recuerdo de 2020. Nos sobrepondremos a esta pandemia y volveremos en poco a disfrutar de la vida aunque en nuestro recuerdo esté siempre presente nuestra fragilidad.

Jaume Santacana

1.- Una gran parte de la población se ha dado cuenta de que la vida no sólo es breve sino que, además, tiene un final que puede llegar a ser doloroso, triste y solitario. Para otra parte de la gente -minoritaria pero no tanto- la irresponsabilidad continúa siendo su objetivo vital, ignorando el mal que pueden llegar a consumar «matando» congéneres. Se trata de la diferencia entre las personas solidarias e inteligentes y aquellas insolidarias e imbéciles.

«El olvido junto con la ignorancia produce efectos anestésicos en la mente de la colectividad»

2.- La humanidad posee, en general, una enorme capacidad de olvido sobre la propia Historia. El olvido junto con la ignorancia produce efectos anestésicos en la mente de la colectividad. Una vez pasado el «susto» pandémico y sus letales consecuencias, el comportamiento humano seguirá con sus virtudes y sus defectos. Eso sí: la economía forzará un bloqueo social que costará superar.

Francesca Jaume

1.- Básicamente a sobrevivir, a resignarnos y a ser conscientes de la fragilidad de nuestra especie. Durante el confinamiento, imagino que por aquello de que mentalmente necesitábamos aferrarnos a algo, corrieron muchos vídeos y memes haciéndonos creer que la crisis nos convertiría en mejores personas. Sin embargo, observamos que el individualismo impera más que nunca. La desconfianza ciudadana en una gestión común de la crisis ha aumentado mucho, supongo que también propiciado por los errores ejecutivos que ha habido y al aprovechamiento de ello que han realizado ciertos sectores.

«El individualismo impera más que nunca»

2.- El proceder de las personas después del desconfinamiento me hace ser pesimista en cuanto a que perdure alguna enseñanza o medida cuando haya pasado la pandemia. En todas las ocasiones en que ha habido desescalada la gente se ha relajado y el índice de contagios ha vuelto a subir. Se preconizaba que después del ‘sanador’ período de confinamiento total, las comunidades fueran más solidarias y responsables con el medio ambiente pero poco de esta enseñanza ha quedado.

En España, y por desgracia me temo que lo único que será diferente es que continuarán ciertas normas de alejamiento de cara a la administración que dificultan el ejercicio de los derechos de los ciudadanos. Realizar trámites hoy en día es más complicado que nunca, y no sé si la situación anterior se reestablecerá.

Miquel Pascual Aguiló

1.- Que tenemos que aprender a vivir o convivir con el virus, como hemos tenido que aprender a convivir con otros a lo largo de la historia. Que las zonas más afectadas, tanto en número de afectados como de fallecimientos por habitantes, las de mayor letalidad, han sido precisamente las más ricas y de mayor densidad de población, las de mayor cantidad de población de riesgo y las zonas turísticas con mucho tránsito de personas.

Que hay que darle a la sanidad, a los servicios sociales, a los servicios públicos, el valor y los medios que realmente se merecen, han sido estos los que han hecho frente a esta pandemia, sanitarios, personal sociosanitario, fuerzas y cuerpos de seguridad, etc, no se puede invertir para viajar a Neptuno sin tener medios para defendernos de un pequeño virus.

«Hay que darle a la sanidad, a los servicios sociales, a los servicios públicos… el valor y los medios que realmente se merecen»

2.- En general la sociedad no cambiará en absoluto como no ha cambiado a lo largo de la historia con otras pandemias, plagas, pestes, guerras mundiales y/o regionales, epidemias y los ricos serán más ricos y los pobres más pobres como ha ocurrido siempre que ha habido una crisis. Las empresas que sobrevivan al Covid 19 estarán menos inclinadas a invertir y eso ahogará el crecimiento con lo que aumentará el desempleo y la pobreza.

Emilio Arteaga

1.- No sé si al acabar habremos aprendido algo, pero deberíamos. Deberíamos haber aprendido que somos mucho más vulnerables de lo que pensábamos, que un minúsculo virus pude poner patas arriba todo nuestro estilo de vida y nuestro sistema económico, que nuestro sistema sanitario no era tan magnífico como decía la propaganda vacua de nuestros políticos y no estaba adecuadamente preparado ni dotado para una emergencia semejante, que nuestra economía depende excesivamente del sector servicios, que toda la estructura administrativa del estado ha demostrado ser lenta, ineficiente y en gran medida incompetente y que nuestra capacidad financiera ha sido absolutamente insuficiente para evitar la bancarrota de los autónomos, negocios y empresas que han tenido que cesar su actividad por las medidas de confinamiento y a los que no se ha podido compensar todo lo suficiente y necesario que se hubiera debido.

«La estructura administrativa del estado ha demostrado ser lenta, ineficiente y en gran medida incompetente»

2.- Habrá países que padecerán una crisis económica y social seria y duradera y probablemente una reacción de los estados de cierre sobre sí mismos, un aumento del nacionalismo y la xenofobia, del populismo y de las fuerzas políticas de extrema derecha, así como un debilitamiento de las organizaciones internacionales, incluida la Unión Europea. Pero también habrá un resurgimiento de la solidaridad internacional promovida desde las bases ciudadanas y las organizaciones no gubernamentales.

Si hubiéramos aprendido algo, se reforzarían nuestros sistemas sanitarios y las redes internacionales de vigilancia epidemiológica de aparición de posibles epidemias, así como la capacidad de investigar y desarrollar tests diagnósticos, fármacos y vacunas, se acelerarían los programas de transición hacia energías renovables y se impulsaría la cooperación internacional para luchar contra el cambio climático, el calentamiento global y la condena de poblaciones enteras de millones de personas a convertirse en exiliados climáticos, pero eso probablemente es solo un sueño del que nada quedará cuando despertemos.

Jaime Orfila

1.- La mayor crisis de salud pública de los últimos 100 años, mientras golpea de forma inmisericorde nuestra vida y nuestra economía, nos recuerda nuestra esencial vulnerabilidad ante la enfermedad. Nos enfrenta a la fragilidad de nuestro organismo ante enemigos invisibles al ojo humano. Se muestra desafiante ante nuestro tejido productivo. Aturde nuestra cultura y nuestras costumbres. Nos pone frente a la magnitud de los zarpazos de la naturaleza como desafío de especie. Sin embargo, nos enseña cómo la vertebración social y los avances de la ciencia son instrumentos al alcance del hombre que le empoderan, le permiten minimizar los desafíos de la naturaleza y ganar el futuro.

«La vertebración social y los avances de la ciencia son instrumentos al alcance del hombre que le empoderan»

2.- El horizonte postcovid se visualiza con una transformación de las relaciones personales, del consumo, del ocio, del trabajo, del sistema productivo y de la vida. Con un nivel de digitalización impensable hace tan solo 9 meses. Con una reflexión colectiva orientada hacia las políticas saludables y hacia la salud de la políticas. Con un escenario socio-económico comprometido con el medioambiente. Con una sanidad indudablemente más potente y con una medicina necesariamente más humana.

José Antonio García Bustos

1.- Esta crisis ha tenido varias manifestaciones. La crisis sanitaria y el aislamiento nos han hecho ver el valor de los besos y abrazos así como que quien tiene cerca la familia o los amigos, tiene un tesoro. O que los mayores no deberían estar solos al ser tan vulnerables y que necesitan del continuo cariño de los demás. Que les duele más la soledad que el riesgo de contagio.

También hemos sido testigos de que existen muchos héroes sin capa entre nosotros como los docentes o el personal sanitario que, en momentos tan difíciles, con gran abnegación y sacrificio, han dado todo por los demás, renunciando a lo que fuera necesario.

En su vertiente económica, la crisis nos ha enseñado el valor de los emprendedores porque quien monta un negocio asume un riesgo imponderable de por vida que puede manifestarse de cualquier manera, incluso por amenazas sacadas de una película de terror, poniendo en juego hasta su patrimonio personal.

También hemos visto cómo la verdad es la primera víctima de toda guerra aunque sea contra un ente microscópico. La información falsa o interesada se encuentra en todas partes y, en especial, la hemos visto en esta crisis, incluso proveniente de medios de prestigio. Es el momento de que cada uno de nosotros aprendamos a hacer una investigación propia y desarrollemos el espíritu crítico para desechar noticias falsas o interesadas.

Pero, como en toda crisis, se presentan oportunidades. Una vez superada la crisis sanitaria deberíamos ser capaces de diversificar la actividad económica de las islas y apostar por la innovación y la tecnología aplicada a varias ramas de actividad, más allá del turismo.

«La verdad es la primera víctima de toda guerra aunque sea contra un ente microscópico»

2.- El mundo nunca será igual. Con el tiempo veremos las secuelas que ha dejado esta crisis, más allá de las que son obvias. El confinamiento y otras medidas limitadoras de libertades y derechos dejarán secuelas en forma de enfermedades mentales, dificultades de socialización, una pérdida del nivel educativo de nuestros estudiantes, voluntario aislamiento y distanciamiento social de una parte de la ciudadanía, mayor desigualdad y mayor pobreza para un gran porcentaje de la población. La clase media desaparecerá y los ricos acumularán más riqueza.

Viene la época del auge de la inteligencia artificial, la automatización y desaparición de tareas repetitivas que aporten poco valor añadido y generarán gran desempleo, la de la desaparición del dinero en efectivo, la de la educación a distancia, la de la realidad virtual en sustitución de experiencias reales, etc.

Si tras la aparición de Internet vivimos un traspaso de lo físico a lo digital (del átomo al bit), en este nuevo paradigma, veremos un traspaso de lo social a lo virtual. Las reuniones, el trabajo, los viajes, el ocio, la educación e incluso los abrazos y, puede que hasta el sexo, serán cada vez más virtuales.

Se está definiendo un nuevo paradigma económico (lo llaman el Gran Reseteo) en el que se pretende un mundo más sostenible en el que no se consuman recursos de manera ilimitada pero que, a veces, se parecerá a lo que hemos visto en Black Mirror, con mayor control y conocimiento de los movimientos de la población, premiando a los “ciudadanos ejemplares” y penalizando a quienes no se comporten como el Estado considera.

Jorge Sáinz de Baranda

Nunca me he creído que los borrachos digan la verdad, más bien al contrario, pero sí que soy un firme defensor de la visión limpia de los niños, y por eso ante estas preguntas he acudido a lo que tengo más cerca, mis hijos de 14 y 11 años, para recabar una opinión sincera, lo más alejada posible de lo políticamente correcto, de unos niños que, increíblemente, llevan en estado de alarma casi un 10% de su vida.

«Unido a los que quieres, físicamente o no, se supera todo»

Para mi hijo Bosco, hemos aprendido que cuando no haces caso ni te preocupas de lo que te anuncian, las consecuencias te cogen desprevenido y sin recursos; y será diferente en la medida que a las adversidades en el futuro nos enfrentaremos más unidos. Para Mencía, mi pequeña, hemos aprendido a que un día estás tranquilo y al día siguiente «te encierran» en tu casa, y que será diferente porque tendremos en nuestra memoria lo que significa el sufrimiento de una pandemia… realmente evidente. Mi conclusión, viéndolos, es que unido a los que quieres, físicamente o no, se supera todo.

Por Álvaro Delgado Truyols